Decimos adiós al verano y también a la serie especial de viñetas veraniegas que he venido publicando en este blog, aunque con menos asiduidad de lo que pretendía al principio. En compensación y debido a algunos problemas logísticos de última hora, hoy os traigo ración doble. La que debería haberse publicado ayer, que encabeza estas líneas trata de la tranquilidad que invade a los lugareños (aquí representados por dos gaviotas) de los principales destinos turísticos cuando por fin se marchan los veraneantes, a los que habitualmente odian y aman a partes iguales y, desde luego, esperan no volver a ver hasta al menos dentro de un año… 😉
Y, a continuación, la segunda viñeta de hoy, la que cierra esta serie del verano de 2013:
En este caso el tema elegido es la temida vuelta a la rutina, lo cotidiano, al trabajo (para los que tengan la suerte de mantenerlo). Hoy debe ser el día con más perezosos por metro cuadrado en España y en el que más echaremos de menos esas vacaciones que hasta ayer mismo disfrutábamos y que sin darnos cuenta se han evaporado. Pero ánimo, que esa sensación se pasa pronto y siempre nos queda el consuelo de que ya queda menos para las próximas vacaciones.
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